21/05/2024

Hace mucho tiempo que, si un internauta intenta acceder a una web con contenidos violentos, pornográficos o incluso relacionados con el juego o el consumo de alcohol debe responder a una simple pregunta: “¿eres mayor de edad?”. En el caso de responder que sí, las barreras se abren, permitiéndole acceder a el contenido de esa página web. 

No es difícil imaginar cuántos menores optan por mentir ante un control tan pueril como sencillo. Educados en competencias digitales desde la más tierna infancia, las nuevas generaciones tienen hoy un acceso casi ilimitado a contenidos inadecuados, lo que acarrea serias consecuencias. 

En España, la edad media de iniciación de los jóvenes en el porno online es a los ocho años. Pero el problema no es únicamente la edad temprana de acceso. Según un estudio recogido por la Asociación Dale una Vuelta, más del 80% de los jóvenes que consumen pornografía se involucran en uno o más comportamientos sexuales agresivos,  

Frenar estos comportamientos, y proteger a los menores en la sociedad digital es hoy prioridad para muchos gobiernos, y también para nuestra asociación, la primera del sector en firmar la petición del Pacto de Estado para proteger a los menores y adolescentes en Internet y Redes Sociales, impulsado por diferentes organizaciones de la sociedad civil.

Pero, ¿cómo hacerlo sin menoscabar la libertad y la privacidad de las personas que navegan en internet? La Electronic Frontier Foundation, una institución de referencia internacional en la protección de libertades digitales, asegura que “los sistemas de verificación de edad son sistemas de vigilancia”.

Esta organización, se dedica desde 1990 a proteger la privacidad de los internautas ante cualquier intento por parte de gobiernos que la vulnere,  y a ponerse de su lado cuando esto implique sentarse ante un tribunal. La EFF también lanza periódicamente iniciativas para enseñar buenos hábitos de navegación a los usuarios, y tiene varias divisiones que van desde la protección legal de bloggers y programadores a la detección de patentes abusivas.

proteccion menores Internet

Además, existe otro importante desafío en un escenario marcado por un exponencial crecimiento de la ciberdelincuencia. A mayor número de datos requeridos para entrar en una página web, más oportunidades de que sean hackeados. Y no se trata únicamente de venderlos en la Dark Web, sino que, al tratarse de contenidos íntimos, tienen incluso más valor para que aquellos delincuentes que se dedican a la sextorsión. Ya se están dando casos de chantajes que piden dinero por no revelar los datos de quienes acceden a páginas pornográficas. 

Y es que, a pesar de la preocupación existente por el acceso a este tipo de contenidos en países como Francia, Inglaterra y Alemania, su popularidad no deja de crecer. Los tres mayores portales de contenidos pornográficos (Pornhub, XVideos y Stripchat) tienen de media unos 45 millones de usuarios mensuales cada una. 

Técnicas para proteger a los menores del acceso a contenidos

Más allá de la consabida pregunta sobre la mayoría de edad, de contrastada ineficacia, existen tres grandes métodos para intentar controlar el acceso de menores a contenidos indeseados. El primero de ellos es solicitarles una tarjeta de crédito, en la que se hace un cargo de cero euros. 

Se supone que los menores de edad no tienen tarjeta, pero eso no es así en todos los bancos. Además, es relativamente sencillo para un menor hacerse con una de las tarjetas de sus padres. Hecha la ley, hecha la trampa. Así que este planteamiento, el más usado hasta la fecha, se plantea ineficaz, además de peligroso.    

Lo mismo ocurre con los otros dos métodos: son un caramelo para los ciberdelincuentes. Se puede pedir un carnet de identidad o usar un sistema automático de reconocimiento facial. Datos muy sensibles que, en las manos incorrectas, pueden dar pie a un importante número de operaciones fraudulentas. 

Una cuarta vía 

Por suerte, las opciones no acaban aquí. En Francia ya se está trabajando en un sistema que, según sus creadores, permite proteger a la infancia sin menoscabar la privacidad de los internautas. Su estrategia consiste en poner un intermediario digital (un programa) entre el servicio de verificación de edad y la web a la que se le quiere aplicar ese filtro. La idea es que el sistema no tenga acceso a datos que identifiquen al usuario y que el verificador no sepa a qué web está accediendo el usuario. 

No es algo extremadamente revolucionario. Sus impulsores aseguran que se trata de una criptografía muy básica, existente desde hace 15 años, pero que nunca se había utilizado en este contexto. El objetivo es claro: diseñar una herramienta de verificación de edad que respete el anonimato de los usuarios. 

Aun cuando los críticos del sistema indican que no es completamente anónimo, la propuesta francesa supone sin duda un paso muy relevante en el avance por intentar asegurar un entorno digital más seguro para los menores.  El debate va a ser sin duda protagonista en el nuevo ciclo institucional europeo  que se abre en el año 2024. Son muchos los países que están probando diferentes soluciones e iniciativas. 

¿Cuál será el sistema que finalmente se implante en España? El escenario ideal es que se alcance una solución homogénea para todos los países europeos. Sea cual sea el método elegido, lo cierto es que hablamos de un asunto que adquiere ya carácter de urgencia. Según estudios recientes, las enfermedades mentales en menores de 20 años han aumentado un 300% desde 1997, lo que convierte este problema en una importante cuestión de salud mental. 

En DigitalES estamos convencidos de que la colaboración entre todos los actores involucrados es fundamental para garantizar un entorno digital seguro para todos, especialmente para los menores. Familias, sector educativo, administraciones e industria tenemos la responsabilidad compartida de proteger a niños y niñas en el mundo digital. 

Pacto Menores

El director general de DigitalES Manuel Sánchez Galindo se reúne con el Secretario de Estado de Juventud e Infancia del Ministerio de Juventud e Infancia, Rubén Pérez Correa, para continuar colaborando en las políticas de protección de menores en el entorno digital.

Los operadores y compañías que forman parte de DigitalES llevan años desarrollando herramientas de control parental, apostando por el etiquetado de contenido, impulsando campañas de sensibilización y ayudando a prevenir contenidos inapropiados. Como patronal del sector seguimos ofreciendo nuestra colaboración con todas las instituciones involucradas en este desafío, compartiendo nuestros esfuerzos e implicándonos en el desarrollo de las medidas necesarias para proteger a nuestros menores en el mundo digital. Conseguirlo es hoy nuestra máxima prioridad.