08/02/2022

La Inteligencia Artificial tiene mucho que aportar a la medicina. Es más, avanzado el siglo XXI y afrontando una pandemia sanitaria sin precedentes, ambas disciplinas se hacen poco menos que indisolubles. En especial por la demostrada competencia de la IA a la hora de analizar grandes cantidades de datos.

Se calcula que una sola persona genera durante su vida una cantidad de datos sobre su salud con los que podría llenar 300 millones de libros. Los médicos no pueden mantenerse al día ante la creciente cantidad de información disponible para ellos. La Inteligencia Artificial es, y debe ser, la base para avanzar hacia la medicina personalizada, clave de la sanidad del futuro.

Pero no todo se reduce a datos, o a la capacidad de análisis de los mismos. Victor Küppers, reconocido conferenciante en el campo de la psicología positiva, asegura que, cuando es usada sin bondad, la inteligencia –un rasgo en su opinión sobrevalorado- conduce a un mundo inmoral, falto de ética y perverso, donde sólo importan los beneficios

Y esto nos lleva a la irrupción de un tercer elemento necesario para que el conveniente matrimonio entre Medicina e Inteligencia Artificial fructifique con éxito: la intervención de la ética. Debe buscarse un equilibrio entre desarrollo y ética, entre tecnología y humanidad. El carácter especial del mundo sanitario pone de manifiesto la necesidad de fundamentar el desarrollo de Inteligencia Artificial en la ética, destacando al ser humano como el eje de todo el proceso.

Inteligencia Artificial y Medicina

 

28 recomendaciones

Con el fin de lograr el máximo aprovechamiento de la tecnología existente en medicina y a la vez garantizar un tratamiento justo, inclusivo y respetuoso con la privacidad de los datos, la patronal tecnológica DigitalES –Asociación Española para la Digitalización-, presentó el pasado viernes el informe ‘Inteligencia artificial ética en Sanidad’, que recoge 28 propuestas para superar los desafíos que plantea el uso de estas herramientas en un ámbito tan sensible como la salud.

Se han desarrollado a través de entrevistas realizadas a compañías tecnológicas y sanitarias, facultativos, desarrolladores y otros expertos en inteligencia artificial de  empresas como Huawei, IBM, Nae, NTT DATA España, PwC Tax & Legal, Sopra Steria y Telefónica, así como Big Onion, Éticas Research & Consulting, Koa Health, Sanitas, Savana Medical o Sngular.

Informe IA Etica Sanidad

Integración de los médicos

Una de las principales conclusiones a las que llega el informe es la necesaria integración de los profesionales de la medicina en el desarrollo de la Inteligencia artificial. Los médicos deben entender los resultados que proporciona un algoritmo para, en primer lugar, confiar en él.

Los médicos deben concebir los sistemas de Inteligencia Artificial como una herramienta sanitaria más de la que disponer, una ayuda en su labor profesional y siendo conscientes de que la última decisión es suya.

Es necesario que participen para conocer bien la herramienta de la que dispondrán y para que no se les presente como “una caja negra”. Pero también es importante destacar su colaboración desde el punto de vista médico, que aporte su conocimiento sanitario al funcionamiento del algoritmo.

Recomendaciones IA Sanidad

 

Privacidad de los datos

Hay más factores a la hora de garantizar un uso de la IA acorde a nuestro sistema de libertades. Y uno de ellos es el que hace referencia al uso de los datos médicos. La situación idónea sería la de poder nutrir el aprendizaje del sistema de IA con infinitud de datos. Pero la sensibilidad de los datos sanitarios frena muchas veces el proceso y grandes volúmenes de datos no son utilizados.

La solución estriba en el uso de los datos anonimizados de salud. Concienciar a la población de que ceder estos datos –que no revelan información personal del paciente- impactará positivamente tanto en su salud como en la de los demás es ahora mismo uno de los grandes retos en materia de privacidad.

Legislación

Como ocurre con otros avances tecnológicos, el desarrollo de los sistemas de Inteligencia Artificial va más rápido que la legislación de sus características. Según algunos expertos consultados, su desarrollo muchas veces se ve frenado por materias legislativas, que además varían de un país a otro.

Ética y regulación por un lado, y desarrollo de Inteligencia Artificial por otro, deben crecer de forma paralela, respetándose sin ser una piedra en el camino del objetivo que tenemos todos: una Inteligencia Artificial ética y justa, que aporte soluciones de calidad a la altura de la relevancia que tiene la salud para las personas.

Legislacion Inteligencia Artificial