10/09/2018

Cada 73 días los datos sanitarios se duplican. Y cada persona durante su vida generará una cantidad de datos sobre su salud con los que podría llenar 300 millones de libros. La avalancha de información es incontenible, y no tiene precedentes. Los médicos simplemente no pueden mantenerse al día ante la creciente cantidad de información disponible para ellos.

Y por supuesto, su análisis. Es un verdadero avance tener tantos datos sobre los pacientes, pero falta tiempo y faltan profesionales para examinar tanta información. Y ahí es donde entra en juego la inteligencia artificial. Por ejemplo, aplicada al análisis genómico puede secuenciar el genoma de un paciente con cáncer en minutos frente a las cientos de horas que requiere un experto.  

Empresas como IBM, con su plataforma de IA Watson Health, en colaboración con el Barrow Neurological Institute, ha identificado, a través de un estudio revolucionario, nuevos genes relacionados con la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). En cuestión de meses, Watson logró clasificar los casi 1.500 genes dentro del genoma humano y estableció predicciones sobre cuáles podrían estar asociados con la ELA. La capacidad de procesamiento de datos de esta plataforma de inteligencia artificial hace posibles secuenciaciones hasta ahora inviables.

Minutos frente a horas, cientos de horas. En un escenario donde se prevé que la cantidad de nuevos casos de cáncer aumente en aproximadamente un 70 por ciento durante las próximas dos décadas, la necesidad de ayuda es inminente, máxime cuando hay escasez de médicos oncólogos en todo el mundo y cada paciente, al igual que cada cáncer, es único y diferente.

La ayuda que puede prestar la inteligencia artificial no es nada desdeñable, aunque, eso sí, nunca sustituirá al profesional de la medicina. Se trata de una herramienta que ayuda a los médicos a tomar una decisión. Es el médico el que decide el tratamiento, en base a las evidencias que le aporta la tecnología de inteligencia artificial. 

Ahora bien, ¿cuáles son las ventajas de esta potente herramienta que llamamos Inteligencia Artificial? ¿Por qué es tan necesaria y está llamada a marcar un antes y un después en la historia de la medicina? Aunque son muchas las razones para abrir las puertas a esta tecnología, resumimos en 5 sus principales aportaciones

1. La inteligencia artificial es capaz de identificar patrones ocultos en los datos que pueden ayudar a un médico a prescribir tratamientos más personalizados 

2. Puede encontrar información que indique si una persona es apta o no para un ensayo clínico.

3. Reduce el tiempo que un médico dedica a leer literatura médica para dejarle más tiempo para tratar a sus pacientes

4. En países o lugares con pocos médicos especialistas, la inteligencia artificial puede ayudar a médicos de atención primaria a acceder a un conocimiento más especializado que permita coordinarse de forma más eficiente con el médico especialista 

5. Si un radiólogo se apoya en una tecnología de IA en el diagnóstico por imagen, podrá llegar a un número mayor de pacientes en menos tiempo.

Con todo, no es el único avance que está cambiando la forma de entender la medicina. La tecnología está presente en múltiples áreas de la salud, empezando por la propia búsqueda de información. 1 de cada 3 consultas online es sobre enfermedades, dolencias y tratamientos. 

Según una encuesta reciente de Ipsos realizada en 27 países, entre ellos España, el 43% de las personas con dudas sobre su salud recurre a un motor de búsqueda online, como Google, para tratar de resolverlas. Esta proporción de respuestas es superior a la de los que afirman dirigirse a familiares y amigos cuando necesitan este tipo de información (un 37%) y a los farmacéuticos (con un 34%).

Además, tal y como muestra este gráfico de Statista, existen otros recursos online que son relativamente populares para aquellos que necesitan asesoramiento médico, como las enciclopedias online (como puede ser Wikipedia) y las páginas web de información médica, con un 22% de respuestas en ambos casos.

El imparable auge de las apps de salud (hay más de 325.000 en todo el mundo) y el uso de la realidad virtual y aumentada completan el círculo de tecnologías que están aquí para quedarse y hacer de la medicina una ciencia cada vez más eficiente. Desde el diagnóstico al tratamiento, pasando por la prevención, la salud pasa hoy por la digitalización y el uso de una inteligencia artificial irrenunciable, que servirá de eficaz herramienta con la que mejorar la calidad de vida de las personas.