12/08/2025

Paso a paso, España está consolidando su transición hacia una economía basada en los datos, donde la información digital generada por ciudadanos, empresas y administraciones se convierte en un activo estratégico tan valioso como lo fueron el petróleo o el carbón en siglos anteriores. Así lo afirmó Ruth del Campo, directora general del Dato, durante su intervención en el Digitales Summit 2025, señalando que la economía del dato ya representa el 4% del PIB español y que se prevé que alcance el 5% en los próximos años. 

En un mundo donde la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, el verdadero reto ya no es si digitalizarnos o no, sino cómo hacerlo con un propósito claro. Y así lo defendieron los ponentes de la mesa redonda, en la que además de Ruth del Campo intervinieron Javier Martín, Iberica Distribution Manager de Lexmark; y José Luis Maté, CTO de NEC, moderados por Hernán Rodríguez, divulgador y editor de La Ecuación Digital. 

Ruth del Campo abrió la conversación recordando que las tecnologías como 5G, 6G, Small Cells, IoT, robótica y vehículos autónomos no son un fin en sí mismas, sino herramientas para transformar la manera en la que producimos, consumimos, nos movemos y tomamos decisiones. 

En este nuevo paradigma, aseguró, los datos son el motor. No solo alimentan la inteligencia artificial y las redes avanzadas, sino que se convierten en el activo estratégico que permite tomar decisiones más rápidas, precisas y sostenibles. “Compartir datos por compartir no genera valor. Hay que utilizarlos para resolver problemas reales o habilitar nuevos modelos de negocio”, subrayó. 

Así, describió como desde la Dirección General del Dato se está impulsando un plan para crear espacios de datos sectoriales e intersectoriales con el objetivo de que empresas, administraciones y centros de investigación trabajen sobre infraestructuras comunes que garanticen interoperabilidad y seguridad. Estos espacios -aseguró- facilitarán que tecnologías como el 5G y el IoT desplieguen todo su potencial, desde la gestión inteligente de la energía hasta la movilidad conectada. 

economía del Dato 

IA para multiplicar por cuatro la vida útil de los dispositivos 

Javier Martín ofreció una perspectiva empresarial desde Lexmark, compañía que, afirmó, “lleva la sostenibilidad en su ADN desde 1991”. La firma aplica IoT y análisis de datos para optimizar el ciclo de vida de sus dispositivos y reducir su huella ambiental. 

Mediante sensores y conectividad, sus impresoras y equipos transmiten información en tiempo real sobre uso, desgaste y posibles fallos. Esto permite anticipar averías, reducir intervenciones innecesarias y diseñar productos más duraderos, en algunos casos multiplicando por cuatro la vida útil de componentes clave. 

Martín explicó que Lexmark también lidera programas de economía circular como el Cartridge Collection Program, que recolecta y reacondiciona millones de tóners al año, incorporando piezas recicladas en nuevos productos. “Así reducimos la extracción de materias primas, los ciclos de transporte y las emisiones, mientras ayudamos a nuestros clientes a cumplir objetivos de sostenibilidad”, explicó Martín. 

Su enfoque demuestra cómo la combinación de datos, conectividad e inteligencia artificial puede convertirse en un modelo de negocio rentable y sostenible, alineado con las demandas regulatorias y las expectativas de los consumidores. 

Gemelos digitales e IA urbana: la ciudad como organismo inteligente 

En el terreno de la gestión urbana, José Luis Maté, CTO de NEC, destacó que más del 70% de las emisiones de CO₂ se generan en entornos urbanos, por lo que las ciudades están en el centro de la transición ecológica. 

Pero hay, dijo, herramientas clave para reducirlas: gemelos digitales e inteligencia artificial aplicada a la gestión urbana. Un gemelo digital es una réplica virtual de una ciudad o de alguno de sus sistemas —red eléctrica, transporte, saneamiento— que permite simular escenarios futuros y tomar decisiones antes de implementar cambios en el mundo real. 

Esto abre posibilidades como reducir islas de calor mediante la simulación de zonas verdes, cambiar materiales de pavimentación para mejorar la temperatura urbana o reorganizar el tráfico para reducir emisiones y consumo energético. 

La IA, por su parte, actúa como el cerebro de la ciudad, procesando datos en tiempo real para recalcular rutas de transporte, ajustar la iluminación pública o activar protocolos ante picos de contaminación. “Las ciudades inteligentes no son las que más sensores tienen, sino las que usan la información de forma más inteligente para mejorar la vida de sus ciudadanos”, resumió Maté. 

debate economia del dato

Espacios de datos, la columna vertebral de la integración tecnológica 

Tanto en la transición energética como en la economía circular, los espacios de datos interoperables son esenciales. Ruth del Campo detalló que ya hay proyectos avanzados en sectores como salud, agroalimentario, comercio y movilidad. En sanidad, dijo, se está trabajando con el Ministerio de Sanidad y comunidades autónomas para analizar la resistencia a antibióticos o predecir ingresos hospitalarios por enfermedades crónicas.  

En el sector agro, cooperativas usan datos compartidos para optimizar logística y precios; y en turismo, se cruzan datos meteorológicos y de calendario para ajustar la contratación de personal. Estos ejemplos demuestran que la interoperabilidad y el intercambio de datos entre sectores pueden multiplicar el impacto de las tecnologías emergentes, permitiendo que el 5G conecte dispositivos IoT, que la IA procese la información y que los resultados se apliquen tanto en entornos industriales como urbanos. 

La integración de estas tecnologías también abre la puerta a una movilidad más limpia y a una gestión optimizada de los recursos urbanos. Los sensores instalados en contenedores de basura permiten que los camiones recojan residuos solo cuando es necesario, reduciendo emisiones y ruido. La iluminación inteligente se activa únicamente cuando hay peatones, disminuyendo el gasto energético. 

Si a esto se suma la capacidad predictiva de la IA y la infraestructura de baja latencia del 5G, y en un futuro del 6G, las ciudades podrán reaccionar casi en tiempo real a cambios en el tráfico, condiciones meteorológicas o picos de consumo energético, ajustando sus sistemas para maximizar eficiencia y minimizar impacto ambiental. 

Fondos europeos y oportunidad estratégica para España 

La directora general del Dato subrayó que España es ya la tercera economía europea en la economía del dato y que los fondos europeos suponen una oportunidad histórica para consolidar esa posición. “Es momento de ser valientes, innovadores y responsables con el uso de los recursos públicos, para que España lidere la economía del dato y la aplicación práctica de estas tecnologías”, afirmó. 

La mesa redonda dejó claro que la clave no está en desplegar más sensores o instalar redes más rápidas por sí mismas, sino en integrar todas estas capacidades tecnológicas en modelos de gestión y negocio que respondan a objetivos claros: reducir emisiones, optimizar recursos, alargar la vida de los productos y mejorar la calidad de vida de las personas. 

En este nuevo escenario, los espacios de datos interoperables serán la columna vertebral que conecte los avances en 5G, 6G, IoT, robótica, vehículos autónomos e inteligencia artificial con la transición energética y la economía circular. El desafío ahora es acelerar su desarrollo y garantizar que los beneficios se extiendan a toda la sociedad. 

 Puedes ver el vídeo completo del debate aquí.