23/01/2018

Aunque tiene 4 licenciaturas, Ignacio de la Torre es medievalista. Como tal se definió en la charla sobre Disrupción Tecnológica organizada por la asociación Digitales, con la que el historiador abrió la temporada 2018 de ’Las mañanas del Mañana’, el formato-debate donde distintos humanistas analizan los cambios que la Transformación Digital aporta a la sociedad de nuestros días.

¿Y qué puede aportar un experto en historia medieval a una audiencia compuesta principalmente por ingenieros y expertos en tecnología? Fue la primera pregunta que se hizo el ponente y tuvo rápida respuesta, pues su disgresión captó rápidamente la atención de todos los asistentes al evento. Y es que, en su opinión, la mejor forma de perder el miedo es estudiar historia.

“La tecnología genera miedo, sobre todo a perder el puesto de trabajo. Así pasó también a principios del s.XX cuando se introdujo el primer robot, el tractor. El tractor generó un miedo enorme, pero a la vez impulsó la escolarización masiva, ya que los niños no tenían que trabajar en el campo y podían ir a la escuela. Ello generó mejores empleos y un gran cambio en la sociedad. Entonces más del 40% de la población de EE.UU. trabajaba en el campo, y ahora solo lo hace un 3%”, explicó.

De la Torre planteó una visión optimista de la revolución tecnológica, aunque sin obviar los problemas que está producirá. “El reto es crear trabajos a la misma velocidad que se destruyen”, algo complicado que ya se planteó Keynes en al año 1931, precisamente en una conferencia en Madrid. 

“El mayor problema está en el corto y medio plazo, y especialmente en las personas con menor nivel de estudios o cualificación, ya que los trabajos creativos difícilmente son reemplazados por máquinas”. En esta línea, apuntó que “si más de dos terceras partes de un trabajo son automatizables, ese trabajo va a desaparecer”.

No obstante, recordó el caso de los cajeros automáticos, que pese a generar un gran desasosiego en el sector, no han acabado con los empleados de banca, sino que ha reconvertido sus tareas. Y el comercio electrónico, añadió, ha creado más puestos de trabajo desde 2007 de los que ha perdido la distribución tradicional.

El Economista Jefe de Arcano repasó también cinco de las principales tecnologías disruptivas del momento y el modo en el que éstas pueden afectar a la sociedad y al mercado de trabajo: Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, Vehículos Autónomos, Blockchain e Impresión 3D. En este punto, destacó que su popularización puede afectar incluso al modelo geopolítico, ya que las grandes empresas pueden volver a fabricar en el primer mundo. “Es el caso –contó- de Adidas, que ya está imprimiendo zapatillas en 3D en fábricas de Alemania y EE.UU. en lugar de confeccionarlas en países emergentes”.

Sin embargo, aclaró que los grandes cambios que impondrán estas tecnologías están aún por llegar. Uno de los aspectos a desarrollar será la llamada inteligencia artificial “ancha”, que permitirá, por ejemplo, que los vehículos autónomos sean una realidad adoptada por más de un 75% de la población, como sí lo son hoy los smartphones o Internet. 

Según el historiador, todos estos cambios traerán consigo grandes beneficios. Se trabajará menos horas al aumentar la productividad, tendremos mejores sueldos, ocupaciones más divertidas o creativas y se vivirán muchos más años. “La pobreza global se ha reducido más en los últimos 50 años que en los 500 anteriores”, destacó.

“El riesgo está en las personas con pocos estudios, y en especial para aquellos que pierdan su empleo en torno a los 50 y lleven 35 años sin estudiar. Por eso hay que apostar por una formación continua, máxime cuando las perspectivas de una vida más larga harán que la jubilación no llegue hasta los 70 o más adelante”, concluyó.