25/11/2021

‘CRACKS de la tecnología’ es una serie semanal de entrevistas, a través de la que queremos dar voz a esos profesionales TI que son absolutos genios de la tecnología en España. Queremos saber de ellos/as, conocer y reconocer el trabajo que realizan en estas empresas; saber qué les apasiona y qué consejos guardan para aquellos/as que vendrán detrás.

 


Si hay una palabra que define a IBM, ésa es valentía. Una compañía centenaria que ha sabido reinventarse por completo, primero en 2004 con la venta de su negocio de ordenadores personales, después con su focalización en el cloud computing y, de nuevo este mismo año, con la escisión en dos empresas independientes. La “nueva” IBM lo apuesta todo a la intersección entre el cloud, la Inteligencia Artificial y la computación cuántica.

En este último ámbito, aún emergente pero prometedor y absolutamente fascinante, despunta una joven matemática española llamada Carmen Recio. Por iniciativa propia, comenzó a interesarse por la computación cuántica y por las comunidades de cuántica en España, convirtiéndose de facto en la “embajadora cuántica” de la multinacional en nuestro país. Por eso, cuando IBM decidió crear un equipo en Zúrich para potenciar la colaboración con las distintas comunidades europeas, de desarrolladores, investigadores y estudiantes, su nombre fue el primero que sonó.

Hoy, Carmen Recio forma parte del equipo encargado de generar el contenido formativo y los eventos para agrandar y apoyar a las distintas comunidades cuánticas en Europa. Además, investiga sobre las áreas de aplicación de la cuántica. Su roadmap vital es tan preciso como el de la empresa en la que trabaja. ¿No se lo creen? ¡Sigan leyendo!

 

ibm computación cuántica

 

P.- Cada pocos días podemos leer titulares en los que IBM ha alcanzado un nuevo hito cuántico, y para finales de 2023 la compañía prevé superar la barrera de los 1.000 qubits funcionales. ¿Por qué son tan importantes estos hitos?

R.- IBM se ha marcado un roadmap para alcanzar lo que llamamos “ventaja cuántica”, que significa la capacidad de un ordenador cuántico de resolver una tarea de manera más eficiente que el mejor de los superordenadores clásicos. Esos titulares demuestran que la compañía está cumpliendo su hoja de ruta, que efectivamente marca como meta superar los 1.000 qubits para finales de 2023.

Creemos que ése será nuestro gran punto de inflexión. Confiamos en que, a partir de entonces, seremos capaces de aplicar todo lo aprendido para en un futuro llegar a construir ordenadores con miles o millones de qubits, y que además incorporen técnicas de corrección de errores.

 

ibm computación cuántica

Fuente: https://research.ibm.com/blog/quantum-development-roadmap

 

P.- ¿Dónde estamos ahora y cuándo crees que podremos empezar a ver las ventajas disruptivas que promete la computación cuántica?

R.- De momento trabajamos en entornos dedicados a la investigación, enfocándonos en los próximos pasos que marca la hoja de ruta en cuanto a hardware y software, y desarrollando algoritmos cuánticos. En estos entornos, hemos podido comprobar que aplicar la mecánica cuántica en computación puede ayudar a resolver problemas inalcanzables para la computación clásica, bien porque no existen ordenadores tan grandes o porque tardarían millones de años en hacer los cálculos.

Lo que nos falta ahora es evolucionar el hardware: crear ordenadores suficientemente ponentes que nos permitan implementar esos algoritmos y, de esa manera, poder alcanzar la “ventaja cuántica” en una tarea computacional de utilidad real.

Será entonces cuando podamos empezar a ver todo lo que la computación cuántica puede ofrecer en áreas de aplicación como la química, la optimización, la factorización de primos grandes (en la que se basa en buena parte nuestra criptografía), el machine learning (inteligencia artificial)…

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En IBM creemos que la computación cuántica y la clásica se complementarán. Cada una se aplicará a distinto tipo de tareas

 

P.- ¿Será ése el fin de la computación “clásica”?

R.- No. En primer lugar, la computación cuántica no se va a aplicar a todos los problemas; habrá algunos donde sea mejor la clásica. La cuántica nos dará una ventaja en ciertas tareas. De hecho, en IBM creemos que ambos tipos de computación se van a complementar. Podemos imaginar a un científico que recurra a un superordenador para resolver una parte de la tarea y a uno cuántico para otra serie de cálculos.

En estos momentos contamos con un primer equipo cuántico integrado, el IBM Quantum System One (disponible comercialmente), si bien la mayoría de las organizaciones, universidades y centros de investigación acceden a los ordenadores cuánticos que tenemos en EEUU a través del cloud. Es el caso del CSIC en España, por ejemplo. Es decir, ofrecemos servicios de infraestructura cloud alrededor de un ordenador cuántico, y lo hacemos tanto de forma gratuita como premium para los miembros del IBM Quantum Network.

 

P.- ¿Qué papel juegan las comunidades de desarrolladores y de investigadores de computación cuántica para el desarrollo de estas tecnologías?

R.- Un papel fundamental, porque trabajan de forma colaborativa sobre tecnologías de código abierto (open source). Además, lo hacen de forma totalmente desinteresada.

Para mí, personalmente, formar parte de una comunidad es una manera bonita de aprender lo que hay dentro del mundo tecnológico y de conocer gente con intereses similares a los tuyos. La comunidad de cuántica, de forma específica, incorpora perfiles bastante diversos y eso genera un clima y un intercambio de ideas muy interesante.

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Formar parte de una comunidad es una manera bonita de aprender lo que hay dentro del mundo tecnológico y de conocer gente con intereses similares a los tuyos

 

P.- Háblanos de tu trabajo con las comunidades, desde el centro de investigación de IBM Research en Zúrich.

R.- De forma resumida, la función de nuestro equipo es hacer divulgación sobre cuántica en general y sobre las herramientas que IBM pone a disposición de desarrolladores, educadores e investigadores, como es la plataforma IBM Quantum Services, que permite acceder de forma gratuita a ordenadores cuánticos reales en la nube, y Qiskit, un framework para programar con un ordenador cuántico. Creamos contenidos formativos y organizamos talleres, hackáthones y otros eventos para apoyar la creación de esas comunidades.

 

P.- ¿Te gusta?

R.- Me encanta porque son cosas que yo ya hacía a título personal, en mi tiempo libre, y ahora se ha convertido en mi ocupación principal.

IBM es una empresa muy dinámica y que te lo pone fácil para aprender sobre aquello que pueda interesarte. En mi caso, empecé trabajando en hardware para Inteligencia Artificial y supercomputación, y pronto me interesé por la computación cuántica. Sucede que hay un gran número de españoles trabajando en el desarrollo de Qiskit. A raíz de conocerlos y de estar con ellos, fue creciendo también nuestro interés por la computación cuántica, hasta que un día decidimos crear la comunidad en Madrid. Así que por un lado tenía mi trabajo en IBM y, por otro, me encargaba junto a mis amigos de organizar los meetups en Madrid.

Por eso, cuando IBM decidió crear un equipo europeo de comunidad con sede en el centro de I+D de Zúrich, lo vi como una manera de seguir haciendo lo que ya hacía de forma voluntaria, pero también de investigar y de conocer lo que hay detrás del software y hardware sobre el que divulgábamos.

Además, Zúrich está rodeada de muy buenas universidades, y yo tengo claro que en los próximos años quiero hacer máster y doctorado para llegar a ser investigadora de aplicaciones de computación cuántica. Voy a estar un año y medio en el laboratorio, combinando investigación y comunidad, y en septiembre de 2022 empiezo mi máster.

 

P.- ¡Tienes tu propio ‘roadmap’ vital!

R.- Tengo mucha vocación, es verdad. Me considero afortunada porque he encontrado mi camino.

El laboratorio de Zúrich es un lugar único porque bebe del talento de las mejores universidades de Europa y porque de forma natural se producen muchas colaboraciones internas entre los investigadores de quantum applications, de hardware, de nuevos materiales…

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P.- ¿Qué es lo que más te atrae de la computación cuántica?

R.- Que es una tecnología que va a poder resolver problemas que ahora mismo son irresolubles. Hablamos de problemas que tienen aplicaciones en el área de medicina, de la ciencia de materiales, de la optimización… A la larga, contribuir a resolver esos problemas ayudará a mejorar la vida de las personas. Me gusta pensar que podré aportar mi granito de arena. Por pequeño que sea ese granito, ¿no es acaso una bonita misión en la vida?