04/08/2025
Solo el 2% de las empresas cree estar realmente preparada para adoptar la IA. Y solo el 9% tiene la tecnología adecuada para escalar sus modelos. Y sin una infraestructura sólida, la IA no funciona, por muy brillante que sea el caso de uso.
Así lo afirmó Andreu Vilamitjana, director general de Cisco en España y Portugal, durante la mesa redonda sobre el impacto de la inteligencia artificial en la industria, la empresa y la administración pública celebrada en el marco de DigitalES Summit 2025. Moderada por Alfonso Muñoz, periodista de El Español, el debate contó también con la participación de Jordi Llinares (Ministerio de Industria), María Jesús Martín (Gobierno de España), Javier Mallo (Carrefour), Jacinto Estrecha (NTT Data) y Joaquín Latorre (PwC).
El director general de Cisco fue contundente: “Ha llegado la hora de abandonar el PowerPoint y pasar a los casos de uso reales. La IA debe ser ética, pero también rentable, segura y eficiente”. La compañía está fabricando en España chips diseñados específicamente para IA, en colaboración con redes ultrarrápidas y fiables, que permiten a los agentes inteligentes realizar tareas de forma autónoma. “Quien no adopte la IA desaparecerá en 5 años. No hay directivos del futuro, solo del presente o del pasado”, aseguró Vilamitjana.
Para Joaquín Latorre, socio responsable de Tax & Legal en España de PwC, “el mercado ya está convencido del potencial de la IA, pero el acceso no es igual para todos”. Muchas pymes -explicó- carecen de técnicos, tiempo o herramientas, lo que genera una asimetría que podría ampliarse si no se toman medidas. Por ello, destacó la importancia de iniciativas públicas como los programas Kit Digital o los nodos sectoriales de IA.
La escasez de recursos, técnicos y formación amenaza con dejar atrás a las pymes. “No se trata ya de evangelizar, sino de poner herramientas y formación sobre la mesa. Si no corregimos esa desigualdad, el futuro será desigual”, advirtió. “Es tiempo de dar saltos, no de andar poco a poco”, concluyó.
Eje transversal de cambio
La aparición de startups especializadas en IA es otra de las grandes dinámicas del mercado. En este contexto, empresas como NTT Data están trabajando para habilitar modelos de “autoconsumo” de IA dentro de sus clientes, permitiendo que cualquier unidad de negocio —no solo las áreas técnicas— pueda aprovechar estas capacidades.
Jacinto Estrecha, director de IA en NTT Data, destacó dos grandes retos: formar a los empleados en el uso de la IA y lograr que su despliegue se produzca de forma estructurada y escalable. Para ello, enfatizó la importancia de entender la IA no como un proyecto puntual, sino como un eje transversal de cambio.
Desde el ámbito institucional, Jordi Llinares, director general de Programas Industriales, aseguró que el Ministerio de Industria funciona como el “principal banco industrial del país” y canaliza financiación al CAPEX de proyectos transformadores. “La IA es transversal. Financiamos proyectos industriales que incluyen software inteligente, adaptación de máquinas y automatización de procesos”, explicó. Entre los programas estrella destacó los fondos de ayuda a inversiones productivas y los proyectos europeos IPCEI para microelectrónica.
María Jesús Martín, directora de la División de Gobernanza y Planificación de la Inteligencia Artificial, habló del enfoque de doble vía empleado por el Ministerio para la Transformación Digital, una línea para el sector público y otra para el privado. “Hemos recogido más de 300 propuestas de organismos ministeriales para aplicar IA, y ya desarrollamos más de 20 casos de uso concretos”, adelantó. Entre ellos destacan herramientas para agilizar licitaciones, automatizar la homologación de títulos universitarios o presentar denuncias de ciberataques con ayuda de agentes virtuales.
En el ámbito empresarial, dijo, el proyecto AI Factories es clave para ofrecer supercomputación, aceleración y financiación a scale-ups y startups tecnológicas. “Queremos que las pymes accedan a la IA sin que el coste sea un obstáculo. Los nodos sectoriales en salud, energía, legal o alimentación permitirán que la IA llegue a todos los rincones del tejido productivo”, concluyó Martín.
El debate se completó con la aportación de Javier Mallo, director de Innovación y Transformación Digital en Carrefour, quien compartió un enfoque desarrollado en su compañía. “El primer paso ha sido democratizar la IA entre nuestros 4.000 empleados, con una plataforma interna que les permite explorar y generar casos de uso”, explicó.
“Este cambio cultural ha dado pie a innovaciones tangibles: balanzas inteligentes capaces de identificar frutas y verduras mediante visión artificial, predicción de madurez de alimentos, mejoras en los sistemas de self-checkout y un agente conversacional llamado Cluvia, diseñado para asistir a más de 10 millones de clientes del Club Carrefour a través de canales físicos y digitales”, dijo.
Más allá de la atención al cliente, aseveró, Carrefour ya está generando el 5% de su código de software con IA generativa, una cifra que esperan escalar al 30% en 2026. “La IA ya está transformando nuestra forma de operar, y lo está haciendo a un ritmo vertiginoso”, aseguró Mallo.
Seguridad, regulación y confianza: los tres pilares del futuro
Unánimemente, los ponentes señalaron la necesidad de garantizar la seguridad y la confianza como pilares del despliegue de la IA. Cisco ya trabaja en soluciones resistentes a la criptografía cuántica. NTT Data apuesta por marcos éticos desde el diseño. PwC defiende la coexistencia de regulación, sandboxes y autorregulación.
El Gobierno, por su parte, está desarrollando una ley de gobernanza de la IA y ha lanzado un sandbox regulatorio con 12 casos de alto riesgo (salud, biometría, laboral…) para testar en entornos controlados cómo aplicar las directrices europeas.
“No podemos ver la regulación como un freno. Es un marco que nos da certeza. Y si no nos adaptamos ya, en unos meses tendremos que rehacer todo”, advirtió Mallo. “La IA es la palanca clave para una transformación digital ética, responsable y segura”, sentenció.
Video completo del debate: