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Cómo atraer 3.000 millones de inversión a España en los próximos 5 años

Cada segundo se envían más de 30 millones de mensajes a través de aplicaciones como WhatsApp, traspasando océanos, continentes, fronteras y todo ello en milésimas de segundo. A nivel mundial, casi el 60% de la población utiliza Internet, y su uso ha aumentado exponencialmente en los últimos años.

Además, en los últimos meses, muchas empresas han optado por el teletrabajo, lo que ha dado lugar a un fuerte aumento del uso de programas informáticos dedicados a la videoconferencia, como Microsoft Teams, Zoom o Whatsapp. Así, según datos de Data4, el número de usuarios activos diarios ha aumentado de 10 millones a más de 200.

El 99% de este tráfico va por cables, enterrados y submarinos, que se conectan en los data centers, pieza imprescindible en la infraestructura digital. Los centros de datos son ubicaciones físicas centralizadas que reúnen y concentran equipos y redes de TI probadas. Su función es recoger, almacenar, procesar, distribuir o dar acceso a todos estos datos.

data center

Más concretamente, los centros de datos alojan sitios web, ejecutan servicios de correo electrónico y mensajería instantánea, proporcionan aplicaciones en la Nube, activan transacciones electrónicas, alimentan comunidades de gamers online… Estas instalaciones son la base tecnológica para la realización desde transacciones financieras a la distribución de contenido y son fundamentales para la transformación digital de los negocios.

Los centros funcionan 24 horas al día, 7 días a la semana y permiten a las empresas organizar, procesar y almacenar grandes cantidades de datos y alojar plataformas de servicios que están «siempre disponibles». Por ello se han convertido ahora en uno de los principales pilares de la infraestructura digital.

España, potencia digital

Gracias a estos data centers, España tiene al alcance convertirse en una potencia digital en los próximos años. Los principales actores de este sector calculan que, si se dan las condiciones apropiadas en cuanto a fiscalidad, disponibilidad de energía y espacio, se pueden atraer 3.000 millones de euros en inversiones directas durante los próximos cinco años.

Representantes de Data4, DatacenterDynamics, Equinix, Global Switch, IMasons, Interxion, Quark y  S4U se reunirán próximamente de forma telemática con el Congreso de los Diputados para hacerles llegar sus propuestas para convertir a España, y especialmente a Madrid, en el hub digital del sur de Europa.

De esta forma, la ciudad madrileña se situaría a la par que las cuatro grandes capitales de la digitalización en Europa: Londres, Ámsterdam, Frankfurt y París. Los beneficios no acabarían ahí: la inversión en infraestructura digital provoca un efecto multiplicador en las inversiones en otros sectores, así como en la creación de puestos de trabajo, que se cuantifican en aproximadamente 12 veces la inversión.

Equinix
Data Center de Equinix

Según destaca Robert Assink, Director General de Interxion, la economía digital necesita el despliegue de redes y de centros de datos para su interconexión. «España debe ocupar un lugar primordial en infraestructura digital, acorde al peso de su economía. Debemos impulsar y atraer la inversión en estas infraestructuras para convertir a España en un nodo de interconexión de servicios digitales en el sur de Europa”, subraya.

Además, la necesaria construcción de nuevos data centers tiene también efectos beneficiosos para el medio ambiente. Por ejemplo, una llamada por videoconferencia sustituye el desplazamiento físico de personas por medios de transporte físico como el coche o el avión. De hecho, cualquier actividad digital comparada con su homóloga no digital (por ejemplo video conferencia versus reunión presencial) consume 3 veces menos energía.

Para la Agencia Internacional de Energía, el sector de data centers y redes de telecomunicaciones es uno de los siete segmentos que cumplen con el objetivo de desarrollo sostenible, de un total de 43 segmentos. A esto se suma que, aunque en los últimos cinco años la digitalización de la sociedad ha hecho multiplicar el tráfico de internet por cinco y las cargas informáticas en los data centers por tres, el uso de energía en los data centers se ha mantenido constante.

¿Qué es necesario para atraer las inversiones?

Tenemos al alcance de la mano el poder impulsar un mercado que es vanguardista, verde, generador de empleo cualificado y con posibilidades de posicionar a España como uno de los referentes mundiales. Pero para poder lograrlo, las empresas líderes del sector reclaman un marco adecuado de iniciativas energéticas específicas para el mismo.

La gran industria cuenta con ayudas que sirven para rebajar su factura energética, con exenciones de hasta el 85% de la base impone del impuesto especial de electricidad. Las compañías de los data centers aspiran a tener su propio estatuto como sector electrointensivo.

El mayor coste de la electricidad en España en relación a otros países europeos puede hacer que ciudades como Marsella adelanten a Madrid como destino de inversiones y le arrebaten el puesto como hub digital del sur de Europa.

No es asunto menor. La vida útil de un Data Center oscila entre 20 o 30 años y son muchas las cuestiones que pueden inclinar la balanza entre una región u otra. Por ello, desde el sector piden descuentos sobre los impuestos asociados al suministro eléctrico a partir del segundo año de operación, que se utilice el sector como impulsor de utilización de energía renovable sobre el mundo digital y que se recojan las necesidades en un estatuto de las empresas de Data Center.

Antes, los países creaban riqueza con la producción de bienes y su transporte por ferrocarril, carretera y puerto. Hoy por hoy, en la era digital, son los datos y su transporte los que mayor valor generan para la economía y por lo tanto se necesitan infraestructuras digitales troncales (centros de datos y redes de telecomunicaciones) para garantizar el crecimiento económico.

El estudio Madrid Hub Digital muestra cómo Madrid, y por extensión España, tiene una gran oportunidad para convertirse en nodo de negocios digitales si se estimula la inversión en infraestructura digital.

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