14/11/2023

El 30 de noviembre se cumplirá un año del lanzamiento al público de ChatGPT. 365 días en los que esta herramienta de inteligencia artificial generativa ha monopolizado portadas, artículos y conversaciones de la gente de a pie. Un hito que ha movilizado a inversores, directivos y trabajadores, ávidos de recibir formación en un área que ya no es el futuro, sino el presente. 

Según datos de McKinsey, la IA generará entre 2,6 y 4,4 billones (europeos) de dólares al año. Por poner en contexto, el PIB de España es 1,4. Es decir que la IA puede generar más riqueza que países como España o Inglaterra (3,1 billones). Sean previsiones exageradas o realistas, está claro que la inteligencia artificial –elegida hace unos meses como “palabra del año” por la RAE- está viviendo una edad de oro. 

Pero, ¿qué viene después de la inteligencia artificial? El constante y acelerado desarrollo de la tecnología hace que debamos estar preparados no solo para lo que ya está, sino para lo próximo en venir, especialmente si, como muchas voces advierten, vivimos en un contexto cada vez más incierto, también conocido como VUCA. 

Este concepto está formado por las siglas en inglés de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad y se utiliza para designar el escenario en que las empresas se ven obligadas a adaptarse a los continuos cambios que atacan su programación estratégica y sus rutinas profesionales. 

Hay cosas que no se pueden prever. Como una pandemia mundial. O conflictos internacionales que nadie creía posible hace unos años. Tampoco es fácil acertar con el desarrollo que tendrán tecnologías llamadas a cambiar nuestras vidas, ni con la aceptación que tendrán entre el público final, pero sí que es conveniente anticipar su desarrollo para que su llegada no nos pille con el pie cambiado. 

Especialmente si afectan a temas -siempre lo hacen- como la ética y la moralidad. Más allá de la IA, la robótica y la nanotecnología pueden modificar absolutamente nuestro comportamiento como seres humanos. Estas son las disciplinas llamadas a cambiar nuestro futuro. 

1. La biogenética 

La biogenética es el campo de estudio combinado de la biología y la genética. Pero la mayoría de veces que usamos esa palabra hacemos referencia a la ingeniería genética. Y por tal entendemos el desarrollo de métodos, técnicas y procedimientos, los cuales nos permiten manipular de manera directa el material genético. Al realizarse eso se logra la alteración de la información hereditaria de una célula, así como de un organismo o población 

Hoy, los investigadores ya están explorando la edición de genes para encontrar soluciones a enfermedades genéticas o revertir la senectud. Entre las aplicaciones más prometedoras de la biogenética se encuentra la producción de vacunas personalizadas y específicas para combatir enfermedades. Además, la terapia génica ofrece esperanza para revertir trastornos genéticos que antes no tenían tratamiento. 

biogenética

2. La impresión 4D 

La impresión 4D es una evolución de la impresión 3D que permite la creación de objetos que pueden cambiar de forma en función de las condiciones externas. Es un proceso en el que un objeto impreso en 3 D puede transformar su forma bajo la influencia de factores externos como la temperatura, la luz u otros estímulos. 

Su potencial es muy amplio, con aplicaciones en campos como la medicina, la ingeniería y la arquitectura. Por ejemplo, en el ámbito biomédico, los implantes cardiovasculares impresos en 4D podrían adaptarse dinámicamente a las necesidades del paciente y fomentar la auto-reparación de tejidos dañados. 

3. Los xenotransplantes 

Consisten en el trasplante de células, tejidos u órganos de una especie a otra, idealmente entre especies próximas para evitar rechazo, como de cerdos a humanos. Tienen el potencial de salvar vidas y mejorar la de aquellos que esperan un órgano humano compatible. 

Algunas ventajas de los xenotransplantes es que supondrían una fuente de órganos para trasplantes teóricamente inagotable y que en algunos casos estos órganos son inmunes a ciertos tipos de virus o enfermedades humanas (como por ejemplo la hepatitis B). 

4. Interfaz cerebro-computadora 

El objetivo de Neuralink, impulsado por Elon Musk, es desarrollar una interfaz cerebro-computadora de alta tecnología que permita una comunicación bidireccional entre el cerebro humano y dispositivos externos, como computadoras o prótesis. 

Neuralink propone un futuro en el que los seres humanos podamos competir con las máquinas al mismo nivel de capacidades cognitivas que ellas. Esto permitiría restaurar funciones perdidas en personas con discapacidades o mejorar la cognición y la memoria en individuos sanos. 

smartcity

5. Microscopía cuántica 

La microscopía cuántica combina la tecnología cuántica con los microscopios convencionales, permitiendo una visión detallada de materiales a escala atómica sin dañarlos en el proceso. Esta tecnología ofrece un potencial revolucionario para la investigación en diversas áreas, desde la nanotecnología hasta la ciencia de materiales y la medicina. 

El microscopio cuántico es un ejemplo de cómo el extraño principio del entrelazamiento cuántico puede tener sus aplicaciones en el mundo real y puede proporcionar una comprensión más profunda de la materia y sus interacciones. 

Los riesgos de estas tecnologías 

Salta a la vista que las ventajas que pueden aportar estas tecnologías son consistentes, pero no hay que olvidar los riesgos que un desarrollo mal enfocado puede acarrear. Como advierte Francisco Pérez Bes, ex secretario general de Incibe, acarrean importantes desafíos éticos y regulatorios en términos de intimidad y privacidad, así como de ciberseguridad, además de unas elevadas inversiones para su puesta en marcha. 

Por ejemplo, la ingeniería genética conlleva riesgos significativos y cuestionamientos éticos sobre la modificación hereditaria y la manipulación de la evolución natural del ser humano. O de ciberseguridad. Por imaginar un extremo fatalista, en lugar de una vacuna personalizada se podría obtener un virus mortal personalizado que solo afecte fatalmente a un individuo concreto. 

No son desafíos nuevos, ni inasumibles, pero conviene conocerlos ya para trabajar en posibles respuestas que hagan que estas nuevas tecnologías que ya están a la vuelta de la esquina tengan una regulación adecuada antes de que entren de lleno en nuestras vidas. Y que podamos aprovechar las múltiples ventajas que traerán consigo.