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En qué va a cambiar nuestra vida (a mejor) el Hogar Digital

El año que viene, el número de dispositivos IoT conectados a nivel mundial superará los 31.000 millones. En 2.025, serán unos 73.000 millones.

Muchas de las empresas que integran DigitalES trabajan activamente en numerosas innovaciones tecnológicas alrededor del hogar inteligente, con el objetivo de poder disfrutar cuanto antes de los grandes beneficios que aporta: mejor calidad de vida, ahorro directo y construcción de un mundo más sostenible.

Un hogar inteligente es, por ejemplo, una opción estupenda para ayudar a las personas mayores a mantener su independencia y a mantenerse conectados con sus seres queridos. Como muestra este video de Nokia, el mundo se convierte en un lugar más tranquilo y seguro gracias a la tecnología IoT y los dispositivos conectados. 

El año que viene, el número de dispositivos IoT (Internet of Things) conectados a nivel mundial superará los 31.000 millones. Solo 5 años después, en 2.025, se estima que serán unos 73.000 millones.

¿Cómo va afectar esta masiva presencia de Internet en nuestras vidas? Ya no es solo el móvil. Desde las puertas al horno, pasando por el cepillo de dientes, estarán conectados constantemente, recopilando información sobre las tareas más cotidianas, y avisándonos cuándo tenemos que apagar la luz o bajar el termostato. O haciéndolo directamente si ése es nuestro deseo. 

¿Está España preparada para este desafío? ¿Qué se necesita para ello? Aparentemente sí, y hasta con nota. España es líder en el despliegue de fibra hasta el hogar en Europa, con más de 8,5 millones de líneas de fibra óptica activas y una penetración del 44%, lo que supone más clientes que en Alemania, Reino Unido, Francia e Italia juntos. Además, según datos de la CNMC, en España hay ya más de 54 millones de accesos de banda ancha de nueva generación que permiten conexiones de muy alta velocidad (más de 30 Mbps).

No es el único requisito, claro. Además de una buena conexión 5G, habrá que contar con un smartphone y una app para controlar los servicios; asistentes inteligentes de voz; soluciones de seguridad digital; plataformas de control y almacenamiento en la nube; y por supuesto un ecosistema de sensores y dispositivos inteligentes, como candados, bombillas, sensores de humo, ventanas, pantallas o interruptores inteligentes. Todo sin olvidar otras tecnologías como la realidad virtual, la realidad aumentada o la programación lógica IFTTH, que también contribuirán en gran medida a construir el hogar digital en España. 

Quizás en un futuro muy cercano no tengas que preguntarte qué puedes hacer por tu casa, sino qué puede hacer ella por ti. Estos son algunos de los campos dónde más va a cambiar (para mejor) nuestra vida el hogar digital.

Seguridad y protección

Gracias a sensores inteligentes, el hogar inteligente puede detectar y avisar de un posible incendio o de una fuga de agua o de gas. O si nos dejamos un electrodoméstico encendido o desatendido, como un horno o una plancha.

Hay sensores inteligentes en puertas, ventanas y cristales que detectan intrusos y pueden alertarnos de inmediato o mandar un aviso a la empresa de seguridad, y también cámaras inalámbricas que no sólo puede usarse para seguridad contra robos, sino también para ayudar a aquellas personas que viven solas y que, en cualquier momento, pueden hacer una video llamada y hablar con sus familiares o seres queridos.

Eficiencia energética

Los sensores del hogar inteligente controlan la temperatura y encienden y apagan las luces en una habitación cuando alguien entra o sale. 

Podemos encender o apagar la calefacción o el aire acondicionado de manera automática e inteligente, por ejemplo, en función de quién haya en casa: el hogar inteligente sabe quién hay en casa y qué patrones de uso tenemos de las habitaciones. Así, si quien hay en casa en una franja horaria determinada sólo frecuenta un dormitorio y el salón, el sistema inteligente de calefacción hará que los radiadores (que estarán conectados por WiFi) del resto de habitaciones no se enciendan. 

Salud y Bienestar

El hogar inteligente se comunica con dispositivos portátiles como wearables, monitores y sensores de salud, para controlar continuamente parámetros y constantes vitales, tales como la frecuencia cardíaca, la presión arterial o los niveles de glucosa. Los sensores también pueden detectar si una persona sufre una caída y emitir una alerta, recordar a una persona que tome su medicamento o rastrear movimientos y actividades rutinarias tales como abrir la nevera o encender un aparato eléctrico. Cuando se detectan desviaciones en las rutinas diarias o se registran constantes vitales anómalas o erráticas, se contacta automáticamente con un médico (que puede llamar a la persona para ver cómo se encuentra, reasignar la dosis de un medicamento, etc), con los miembros de la familia o con el servicio de emergencia.

Conectividad

El hogar inteligente permite realizar controles médicos a través de la telemedicina; habilita a las personas mayores a contactar con su familia con solo presionar un botón en un teléfono inteligente; o hace que la familia pueda comprobar cómo se encuentra una persona mayor con una videollamada en tiempo real.

Entretenimiento

Aquí las posibilidades son innumerables. Gracias a la realidad virtual, podremos disfrutar desde el sofá de nuestra casa de un espectáculo deportivo o musical como si estuviéramos en el propio estadio o sala de conciertos, con una experiencia inmersiva hasta ahora difícil de imaginar. Podremos diseñar una sala de estar virtual en la que compartir un espacio televisivo con nuestros amigos y familiares, como si estuvieran sentados junto a nosotros. Podremos usar la realidad aumentada para disponer de pantallas de video virtuales en cualquier lugar de la casa, con resoluciones 8K y configuraciones 360. 

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