26/03/2021

Eva de Miguel tiene 49 años, tres hijos, una carrera de ingeniería de telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid y una trayectoria profesional de más de 25 años en grandes multinacionales de telecomunicaciones como Lucent, Siemens, Nortel, Alcatel y, finalmente, Nokia. En la actualidad es la Global PMO Manager de Nokia, o responsable de la Oficina de Gestión de Proyectos, y su misión final consiste en “hacer posible que, en unos meses, tengamos 5G en España”.

Amaia Jaureguizar estudió ingeniería informática en la Politécnica de Madrid y hoy trabaja en KPMG, una de las big four, como directora de Technology Enablement. Como ella bien explica, su trabajo consiste en “ayudar a las empresas, en su día a día, a resolver problemas” a través de la tecnología.

Bárbara Araque, a sus 27 años, es diseñadora de experiencias de usuario en Ericsson. Para un/a UX designer, asegura, “lo más importante es empatizar con las personas. Dedico gran parte de mi tiempo a investigar y a entender qué sentimientos le produce a una persona utilizar un producto digital y cómo podríamos mejorarlo para reducir sus frustraciones y cumplir mejor con sus necesidades”.

Julia Herrero tiene también 27 años. Ella trabaja en HP como ingeniera de software, concretamente en el área de las impresoras 3D. Y lo hace desde León, siendo ella natural de Astorga.

Eva, Amaia, Bárbara y Julia participaron esta semana en los ‘Encuentros inspiradores’ organizados por Fundación Bertelsmann y Empieza Por Educar, con la colaboración de DigitalES, para ofrecer orientación profesional a jóvenes de 4º ESO de un centenar de colegios españoles.

orientación profesional digital

La mentorización u orientación juega un papel fundamental en el despertar de las vocaciones. En un contexto donde las profesiones de índole tecnológica representan un porcentaje cada vez mayor del empleo, experiencias como las de estas cuatro mujeres STEM pueden abrir el camino de otros/as jóvenes de nuestro país.

“Decidí estudiar ingeniería de telecomunicaciones después de hablar con un amigo de mis padres, y creo que es una profesión que requiere tener curiosidad y que te guste aprender”, apuntó, por ejemplo, Eva de Miguel.

“Mi tío, a quien yo admirada, era ingeniero informático. Ello me impulsó a estudiar esa carrera”, comentó Herrero, quien confesó que al comienzo “no tenía ni idea de ordenadores”.

Durante los últimos días, estas cuatro tecnólogas, junto con otros treinta profesionales de diferentes perfiles y ocupaciones, han explicado a lo/as alumnos cómo es su día a día y cómo han llegado hasta ahí, incluyendo formación y estudios, así como los momentos o personas claves que les ayudaron a tomar decisiones. En total, siete de esos profesionales trabajan en compañías asociadas de DigitalES, ocupando puestos relacionados con la informática y la transformación digital.

“Yo iba a ser médico, como mi madre. Quería ayudar a las personas y me gustaban mucho la biología y las matemáticas, aunque en mi tiempo libre me gustaba hacer fotos y editar vídeos”, relató Araque. Acabó decantándose por la carrera de Comunicación Audiovisual y descubrió el mundo del UX a través de un grupo de chicas en Facebook (‘Ladies at UX’).

orientación profesional digital

No es casualidad que, de entre los profesionales tecnológicos que han participado en esta iniciativa como orientadores, la mayoría fueran mujeres. Eva, Amaia, Bárbara y Julia representan a una generación de tecnólogas a las que les apasiona formar parte de la industria que construye el futuro. Y es que entre los principales objetivos de esta actividad de orientación está no solo despertar la curiosidad y el interés de los/as estudiantes por diferentes profesiones, sino también contribuir a desmontar estereotipos asociados a diferentes profesiones.

“Cuando hablamos de informáticos, lo primero que nos imaginamos es que la mayoría son chicos. Eso es así, aunque poco a poco las chicas estamos ganando presencia. Y lo segundo, que somos unos frikis que vivimos encerrados en nuestra cueva y sólo hablamos con nuestros ordenadores o móviles. ¡Para nada!”, remarcó Jaureguizar. En su caso, disfruta del aire libre, del deporte, de la lectura y es una persona volcada en la protección del medio ambiente.

“Lo importante es tener esa curiosidad que te hace querer ir más allá; la aplicación práctica [de ese conocimiento] ya vendrá después”, resumió Araque.

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La colaboración de DigitalES con el proyecto piloto Xcelence-Escuelas Que Inspiran, impulsado por Fundación Bertelsmann y Empieza Por Educar, se enmarca dentro de su adhesión a la ‘Alianza STEAM’, una iniciativa liderada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional para impulsar las vocaciones STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en conexión con las Artes y Humanidades) en las niñas y las jóvenes.

Según revela el estudio ‘El Desafío de las vocaciones STEM’, elaborado por DigitalES, la representación de las mujeres en las ingenierías no supera el 25%, a pesar de suponer el 55% del colectivo universitario.

El objetivo de la Alianza STEAM es aunar esfuerzos, buscar sinergias e impulsar proyectos que contribuyan a configurar un sistema educativo y formativo que elimine estereotipos de género asociados a determinadas vocaciones y profesiones; que impulse el empoderamiento femenino en las disciplinas STEAM desde estadios tempranos de la educación y que contribuya a eliminar la brecha de género en el acceso a estas disciplinas.

“Desde DigitalES defendemos la importancia de la participación de la mujer en las empresas que definen y facilitan hoy nuestro mundo de mañana. De forma más amplia, promulgamos la importancia de que las empresas tecnológicas incorporen talento diverso, pues esa diversidad -no solo de género, también de edad, trayectoria profesional, etc.- repercutirá en mejores productos y servicios”, señala Víctor Calvo-Sotelo, director general de DigitalES.

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